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9th Women's Champions Trophy
Amstelveen, Netherlands
18 Aug - 26 Aug 2001

 

COMENTARIOS SOBRE EL TRIUNFO ARGENTINO

FOTOS RELACIONADAS CON EL TRIUNFO

FOTOS DE LA LLEGADA A EZEIZA

 

DIARIO OLE

HOCKEY SOBRE CESPED
"Esta década tiene que ser nuestra"
Holanda dominó en los 80 y Australia en los 90. Ahora se quieren imponer Las Leonas, campeonas del Champions Trophy. Hernández y Aicega vinieron a Olé y te cuentan por qué.

Miércoles 29 de agosto de 2001
HOCKEY SOBRE CESPED: LAS LEONAS
"Esta década tiene que ser nuestra" 
Holanda dominó en los 80 y Australia en los 90. Ahora se quieren imponer Las Leonas, campeonas del Champions. Hernández y Aicega vinieron a Olé y te cuentan por qué.

MARINA BUTRON, MARIANO DEL AGUILA Y SERGIO STUART


Las Leonas posan envueltas en la bandera Argentina.
Magdalena Aicega y María de la Paz Hernández llegan a Olé a las 17.30 en punto. Saludan y empiezan a buscar desesperadas algo en la mochila de Maripi. Sacan una manzana, para compartir. "Es lo primero que podemos comer en el día", juran. Estas dos Leonas, como el resto del plantel, aterrizaron en Ezeiza a las 6.13 y no pararon un minuto. "Llegué a mi casa a las 9 de la mañana y recién a las 11 me pude bañar. Me sonaban el celular y el teléfono todo el tiempo. Mi novio (Mariano Lorenzetti, rugbier de Hindú), pobre, atendía los llamados. Después fuimos a Nominados, a Polideportivo... ahora me voy a Canal 7 y más tarde al programa de Susana Giménez", cuenta Aicega. Hernández tenía la idea de ir a la mañana a la facultad (estudia nutrición) "porque empezó el segundo cuatrimestre, estuve casi un mes afuera y no quería perder más horas. Pero me encontré con mi novio (Juan García Iturralde, también rugbier, de Buenos Aires) y al final no fui a la clase. Además, nos están llamando de todos lados". El maratón mediático, que incluirá mañana una visita a Videomatch, se lo van programando ellas sobre la marcha. "Nadie nos organiza el tema, es igual que cuando volvimos de Sydney con la medalla de plata".

Cansadas pero felices, las chicas se largan a hablar del título en el Champions Trophy de Holanda, donde les ganaron a los otros cinco mejores equipos del mundo, y del futuro del hockey argentino.

-Holanda dominó la década del 80 y Australia la del 90. ¿Qué va a pasar ahora?


MH:
Esta década tiene que ser nuestra. El objetivo es estar siempre entre los primeros tres. En realidad, jugar las finales de todos los torneos. No nos vamos a quedar con esto. Cada competencia es distinta y hay que matarse en los entrenamientos siempre.

MA:
Por ejemplo, si el año que viene vamos al Champions y no nos subimos al podio, va a ser un garrón. Cuando vas mejorando ya no te parece tan importante jugar por el tercer puesto. Sin desmerecer una medalla de bronce, es como si hubieras tenido siempre un buen auto y un día lo tenés que cambiar por un Fitito.

-En lo físico hicieron un cambio importante con respecto a los Juegos Olímpicos, ¿no?


MH:
Sí, yo creo que a Australia le ganamos por el físico también. Hicimos mucho fierro. Al principio te da cosa porque te ponés más grosa, pero resultó muy importante. Estuvimos casi cuatro meses yendo al gimnasio, tres veces por semana. Fue durísimo.

-¿En qué se diferencian hoy de Australia y Holanda?


MH:
Nos superan en la tecnología y en el apoyo económico.

MA:
Creo que cobran más que nosotras. No sé, igual, la diferencia es que tienen otro nivel de vida. Están en el Primer Mundo. A las holandesas les dan un auto Volkswagen último modelo y además su Asociación les consigue buenos laburos fuera del hockey. Yo no puedo decir "me voy a vivir sola" si dependo de la beca (cobra 800 pesos por mes) y no tengo un trabajo fijo.

-¿Piensan que les tendrían que aumentar el sueldo?


MH:
La beca te alcanza si tenés otro trabajo. La mía es de 600 pesos y algunas de las chicas, las más jóvenes, cobran 200. De esto no podés vivir, por eso esperamos conseguir más sponsors. Cuando vamos al exterior no hay viáticos. Si queremos llamar a nuestras familias, tenemos que gastar nuestra plata.

-¿Están al día con las becas?


MA:
En abril nos debían tres meses. Ahora cobramos hasta julio. Por cómo está el país, podríamos decir que estamos cobrando bien. VISA, nuestro sponsor, nos prometió un premio extra.

-En apoyo están peor, pero hoy por hoy son las número uno. ¿Qué hacen mejor?


MA:
Yo creo que nuestra ventaja es que nos entrenamos 11 meses al año. Tenemos la suerte de poder juntarnos y entonces nos conocemos bastante de memoria. Cuanto más difíciles son las cosas, más las valorás. Levantarnos temprano para ir a las prácticas, estudiar y trabajar, es un sacrificio. Somos más fuertes mentalmente. En el equipo, muchas maduramos. El 50% del plantel jugó más de 100 partidos internacionales. Es un montón.

-¿Qué las motiva ahora para volver a los entrenamientos?


MA:
El Champions Trophy fue un torneo desgastante porque había partido casi todos los días. Necesitamos un descanso, pero tenemos actividad más adelante (NdeR: en octubre jugarán cinco test matches con Alemania y en noviembre, cinco contra España. Holanda podría venir, pero aún no está confirmado) y nos vamos poniendo objetivos.

MH:
Las técnicas individuales que trabajamos en los entrenamientos salieron en la cancha. Te motiva para seguir mejorando.

MA:
Sí, es como que te vas poniendo más obsesiva. Te sentís bárbaro cuando jugás y ya querés volver al gimnasio, hacer físico... Es lógico, si nos matáramos entrenando y perdiéramos siempre, largaríamos todas. Pero cuando te subís a lo más alto del podio, nunca más te querés bajar.

28-08-01

DIARIO LA NACION

Hockey: las Leonas, otra vez en casa
Aicega, el trofeo y Masotta
Foto: F. Marelli
En Ezeiza, el glorioso plantel posa sin Cecilia Rognoni, Mariana González Oliva, Vanina Oneto y Mercedes Margalot, que se quedaron en Europa
Foto: F. Marelli

Las integrantes del seleccionado femenino de hockey, campeonas en el 9º Champions Trophy , preparan sus rostros somnolientos para los fotógrafos en el despoblado amanecer de Ezeiza. Acaban de llegar y de contar sus experiencias en Holanda, sede de sus hazañas. “Somos conscientes de lo que esta copa significa para el hockey nacional, porque en Amstelveen estuvieron los seis más destacados del mundo. Pero el que realmente domina es el que mantiene una regularidad. Siempre queremos más”, afirmó Magdalena Aicega , que recordó jocosamente el momento en que una rata apareció en el Hotel Tulip Inn. “Algo común en ese país, según nos dijeron, por lo que el conserje trajo varios gatos”, agregó Aicega.

“Estoy contenta por haber sido elegida la mejor jugadora del certamen, pero no es algo que haya logrado sola, sino en equipo”, aclaró la santafecina Luciana Aymar , que regresó en automóvil a su casa de Rosario. Después llegaron las palabras del preparador físico Luis Barrionuevo : “Pagaron precios muy altos. Con muchas horas de gimnasio aumentaron su masa muscular, pero, aún así, demostraron que la alta competencia no implica tener barba y bigote”.

Uruguayo por casualidad, Martín Forcade se dirige con premura hacia el sector de arribos. ¿Las Leonas siguen en la conferencia de prensa?, pregunta exaltado este segunda línea de Banco Nación, de 24 años, que viajó a Rotterdam para estar un mes con sus familiares, sin saber que la presencia en Holanda del conjunto argentino demoraría 30 días su regreso.

Ya es tarde para quien pisó suelo albiceleste con un vuelo de Lufthansa casi una hora más tarde que las chicas. Pero no importa. Pocos, como él, tuvieron el privilegio de compartir la vuelta olímpica que ellas dieron en el Wageger Stadium. “¡Mirá esta bandera! Es la que tenía (Jorgelina) Rimoldi en el podio”, comenta orgulloso el sonriente Forcade, mientras despliega la deshilachada tela celeste y blanca confeccionada por su madre y firmada por varias de las Leonas.

Habrá descanso para las subcampeonas olímpicas durante 21 días, tras los cuales volverán a las prácticas matutinas en el césped sintético del Cenard. Allí, en el prólogo de la primavera, se prepararán para los amistosos contra Alemania (noviembre) y España (diciembre). Todos en la Argentina y con la presencia, seguramente, del inquieto Forcade, uno de sus más fervorosos simpatizantes, que se despide y agrega: “Por las ellas doy todo. Nadie me quitará lo que viví en Holanda; eso, para mí, no tiene precio. Son lo más”.

Garraffo: "Aquí hay un claro mensaje"

Marcelo Garraffo, el secretario de Deportes y Recreación, fue a Ezeiza a recibir a las Leonas y manifestó: "¡Qué podemos decir! Finalmente las chicas pudieron demostrar que son las mejores del mundo. Pero creo que se está produciendo un mensaje del deporte argentino en general, porque no solamente son las Leonas, sino también el basquetbol, el canotaje, el remo, la natación, la esgrima... Aquí hay un claro mensaje. Más allá de la cuestión económica, existe un espacio de planificación, que implica aprovechar más y mejor los recursos. Con un objetivo claro, los argentinos somos capaces de superar la adversidad. Nuestra cultura en el deporte se nota mucho. Está vinculada a la lucha, lo cual es un patrimonio invalorable".

Opiniones

“Pasé momentos duros (fue operada del maxilar en Alemania, durante la gira previa), pero decidí quedarme con las chicas y no me arrepiento”

María Paz Ferrari

“Destacaría el alma y la convicción. El crecimiento debe generarse día a día”

Sergio Vigil (DT)

“Cuando llegamos a la final nos dimos cuenta de que habíamos logrado algo importante y que si hacíamos las cosas bien nos íbamos a quedar con el torneo”

Karina Masotta

 

DIARIO CLARIN

HOCKEY SOBRE CESPED: LA HABILIDOSA VOLANTE DE ARGENTINA FUE LA MEJOR JUGADORA DEL TROFEO DE CAMPEONES
Aymar y Las Leonas escriben su historia

"Yo siempre sentí el hóckey de esta manera: a mí me encanta eludir rivales", confiesa la rosarina, que debutó en la Selección en 1996.

MARIANO RYAN

 

 
DESAHOGO. Luciana Aymar y el grito del final. Detrás festeja Rognoni. La volante la rompió en el Trofeo de Campeones. (Foto: Archivo Clarín)


 

Fue justo, en definitiva. Porque la mejor jugadora del campeonato debía terminar el torneo con la bocha en su poder. Allí, cuidándola, muy cerca del área holandesa. Allí, guardándola detrás del palo, amagándoles una y otra vez a esas mismas rivales que, como todas las otras rivales, terminaron desorientadas ante tanta habilidad, ante demasiado talento. Luciana Aymar descansa ahora en su casa de Fisherton, a pocas cuadras del Jockey rosarino, su club de toda la vida. Acaba de cumplir 24 años y en Amsterdam fue elegida la número 1 entre las 108 protagonistas del Trofeo de Campeones. Un premio que se sintetiza en "un disc-man y una campera que me dieron antes de la entrega de las medallas". Un premio especial para una jugadora diferente.

"Yo siempre sentí el hóckey de esta manera: a mí me encanta eludir rivales. A veces escucho los aplausos que vienen de afuera, pero eso pasa cuando termino una jugada. Cuando tengo la bocha, sólo pienso en pasar gente y en llegar al área." Así siente este deporte Aymar, Lucha en la intimidad de su casa y de Las Leonas, la Maga en el ambiente del hóckey.

—¿Cuál fue la primera sensación cuando sonó la chicharra del final?

—No lo podía creer. Recuerdo que me llevé la bocha a un costado y miraba de reojo el reloj. Las chicas, detrás mío, ya festejaron, pero yo la quería asegurar hasta el final. La Champion''s fue algo muy grande, similar a lo que nos pasó en los Juegos Olímpicos.

—¿Dónde estuvo la diferencia? ¿Por qué la plata en Sydney y el oro en Amsterdam?

—Estamos más maduras. Aquella final contra las australianas la jugamos a pura pasión y acá fuimos más frías y sufrimos menos los nervios.

—¿Cuál es el secreto del equipo?

—Nos llevamos muy bien adentro y afuera de la cancha porque siempre hablamos de todo y de frente. Creo que si tuviéramos problemas entre nosotras, eso se notaría a la hora de jugar. En la Champion''s nos divertimos mucho. Y eso que el torneo se jugó después de una gira larga.

Siempre junto con Ayelen Stepnik, su inseparable amiga y compañera en el seleccionado, Aymar llegó a Rosario cerca del mediodía en auto. Allí la esperaban su familia ("Me encanta estar en casa. No tengo novio y me gusta salir con mis amigas, pero como viajamos seguido disfruto mucho junto con mis padres y mis hermanos", cuenta) para el asado prometido una semana atrás. Y para seguir contando sensaciones como protagonista de un equipo que está haciendo historia.

—¿Es así, Luciana?

—Después de los Juegos Olímpicos hubo un boom en el hóckey sobre césped y nosotras fuimos responsables de eso. Ahora diría que después de Sydney el hockey pasó a ser el segundo deporte en la Argentina debajo del fútbol.

—¿Qué significa ser una Leona?

—Son muchas cosas. Leona es sinónimo de garra, de actitud, de entrega. Claro que afuera de la cancha también hay que ser una Leona apoyando y respetando a las compañeras, al cuerpo técnico.

—¿Y estas Leonas, en definitiva, tuvieron en su plantel a la mejor jugadora del Trofeo de Campeones?

—No lo puedo decir. Para mí la mejor fue Ceci Rognoni. A mí me pone feliz mejorar y en Amsterdam sentí que jugué bien, en el nivel de Sydney.

Cuida la bocha y la guarda detrás del palo. Lo hace una y otra vez. Y amaga. Y elude. Y vuelve a amagar. Y vuelve a eludir. Y así, Luciana Aymar encuentra la felicidad en una cancha. No es poca cosa.

 

27-08-01

DIARIO OLE

Lunes 27 de agosto de 2001
HOCKEY SOBRE CESPED: HOLANDA 2 - ARGENTINA 3
Las reinas de la selva 
Las Leonas le ganaron a Holanda y se llevaron el Champions Trophy, el torneo que reúne a los seis mejores. Plata en Sydney y oro en Amstelveen, ahora son las N° 1.

ANDRES PANDO


Gulla sostiene el trofeo. Oro y girasoles para las campeonas.
Hace exactamente 11 meses, cuando Las Leonas perdieron ante Australia en la final olímpica, Cecilia Rognoni frenó las lágrimas como a cada uno de los ataques rivales. Pero tras la victoria sobre Holanda y la consagración en el Champions Trophy, que reúne a los seis más fuertes del mundo, la que mejor representa el espíritu del equipo lloró en el abrazo.

"Era el sueño de todas. Hubiera sido feo terminar segundas de nuevo", explicó Rognoni después del festejo. El "dale campeón" iniciado en una ronda, igual a la que hacen las nenas que las admiran, enseguida se transformó en "we are the champions" para que entendieran los 7.500 hinchas holandeses. Las chicas acababan de conquistar por primera vez uno de los tres torneos top en el hockey internacional.

La medalla de plata en Sydney y el título en Amstelveen pusieron a Las Leonas en lo más alto. Australia, el dominador en los 90, no ratificó el oro de los Juegos y terminó tercero en el Champions. Holanda, bronce olímpico, perdió de local en la final. Argentina demostró este año un nivel superior al resto, contando torneos oficiales y partidos amistosos, producto de la consolidación de un grupo de elite que encontró al cuerpo técnico ideal para progresar.

La final con las holandesas, que les habían ganado en la segunda fecha, demostró que se agrandan con todo en contra. Los córners cortos volvieron a ser la llave: de esa forma consiguieron 12 de los 13 goles en el torneo. Rognoni metió el primero mientras las holandesas se acomodaban. Mercedes Margalot, autora de uno en la histórica victoria sobre Australia, se anotó el segundo. Cuando faltaban 13 minutos, tras el descuento de las locales, Karina Masotta aportó el único gol de jugada en los seis partidos.

La más experimentada del plantel recibió el pase largo y corrió casi 20 metros con la bocha. La capitana, con el entusiasmo de una debutante, se zambulló para mandarla a la tabla antes de que una defensora la despejara. "Nunca hago eso. Hasta cerré los ojos. Sigo jugando porque disfruto del juego", contó más tarde.

La buena onda entre las chicas sirvió para soportar los entrenamientos a las ocho de la mañana y 22 días de gira sin ver a los familiares. El grupo, cuya base nació con el título en el Mundial junior de 1993, sufrió cambios. Como el de Claudia Burkart, figura de Las Leoncitas, por la lesionada María Paz Ferrari entre las defensoras titulares. "Jugar con estas ídolas fue espectacular", dijo.

Eléctrico, capaz de no dormir para editar un video, Sergio Vigil soñó en voz alta. "Quiero que esto dure. Por la humildad que siempre pusieron las chicas. Se puede crecer un poquito más", aseguró el técnico. Luego anunció que, apuntando al Mundial 2002, en tres semanas volverán a practicar. Pero anoche hubo recreo: bailaron en el estadio, pidieron pizzas en el hotel y coparon una disco en Amsterdam para festejar un título inolvidable.

Goles a la tecnología

Marc Lammers, el técnico holandés, estrenó en el Champions un dispositivo para leer la ejecución de los rivales en los córners cortos. Una pequeña cámara, ubicada detrás de su arco, grababa el primer corto en cada tiempo. Y con unos anteojos especiales, sin salir del banco, Lammers observaba el movimiento ofensivo. Sergio Vigil, el técnico argentino, le encontró la vuelta. "Con la inteligencia vamos a contrarrestar la tecnología. Sólo ve el pasado, así que trataremos de variar las jugadas y confundir a la tecnología. Podemos lograrlo", aseguró Cachito antes del partido. En el primer corto, a los 9 minutos, el tiro de Rognoni chocó con la defensora que salió a tapar. En el segundo, a los 12, Vigil pidió la jugada 31: pared entre Rognoni y Aymar para dejar en el camino a la salidora. En el tercero, a los 14, las holandesas creyeron que se iba a repetir la jugada del gol y el tiro de Rognoni encontró la conexión con Margalot a menos de un metro del arco. "Las felicito. La gente ayudó para que no nos golearan", se rindió Lammers tras la derrota.

HOCKEY SOBRE CESPED: HOLANDA 2 - ARGENTINA 3
  Protagonistas de una revolución en el hockey
Desde la plata olímpica, Las Leonas ganaron prestigio y popularidad. El deporte sigue en vías de crecimiento mientras ellas lo ratifican con buenos resultados.

MARINA BUTRON


Como en 1999, Luciana Aymar recibió el premio a la mejor jugadora del torneo.
La medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sydney les cambió la vida a Las Leonas y sirvió para el despegue del hockey argentino, que siempre se caracterizó por un total amateurismo. Con el resultado puesto y mediante un aluvión de apariciones mediáticas (en programas como Videomatch y Susana Giménez, entre otros), las chicas alcanzaron popularidad fuera de su ambiente. Adentro, claro, la fama aumentó. Por caso, en el primer amistoso post Sydney, contra Australia en abril, la Selección metió 3.500 personas en la cancha sintética de GEBA.

Al mismo tiempo llegó el primer sponsor de la historia para su camiseta: la tarjeta de crédito VISA, que por ese derecho le pagará a la Asociación una suma de 520.000 dólares por cuatro años. Oneto, Aicega, Aymar, Gulla, Hernández e Inés Arrondo ya filmaron un comercial de VISA. En otro aviso para la TV, con el slogan "Algún día, el hockey será el deporte número uno", se muestra una panorámica de la ciudad, donde llueve y los chicos salen a jugar en el barro (cual potrero) con paraguas en vez de palos. Una utopía, pero... las chicas federadas en hockey en el país suman hoy 23.837 (los varones son 5.274). Agregando la cantidad que juega en colegios y countries, la cifra asciende a 70.000.

Las Leonas tienen una calle con su nombre. En realidad, es el pasaje que desemboca en el Estadio Nacional de Quilmes, donde se jugó el Mundial junior que Las Leoncitas perdieron contra Corea del Sur por penales. A esa final asistieron 8.500 personas, un récord para el hockey.

La defensora Cecilia Rognoni tiene un club de fans oficial (es la única del equipo con ese privilegio). "Por Siempre Rognoni" cuenta con 29 miembros y fue creado, el 26 de abril, por un grupo de chicos santafesinos. En porsiemprerognonihotmail.com sus admiradores le dejan cientos de mensajes que llegan desde Argentina, España, Brasil, Holanda y hasta desde Pakistán.

Las Leonas, que ayer fueron felicitadas -vía telefónica- por el presidente De la Rúa, responden con carisma y excelentes resultados. Una combinación atractiva para continuar ganando reconocimiento y facturar más seguido.


Un premio al esfuerzo de cada día

Soledad García

Como el partido era temprano, puse la tele en la habitación de mi mamá y lo vimos juntas en la cama. Estaba tranquila y segura de que las chicas iban a ganar la final. Se las notaba con una confianza tremenda en la cancha. Hicieron un primer tiempo bárbaro y sacaron dos goles de ventaja. Recién me agarraron nervios en los últimos 15 minutos, cuando las holandesas buscaban el empate, pero el equipo tuvo una gran intensidad para aguantarlo hasta el cierre.

Me hubiera gustado estar con ellas, aunque fuera desde el banco, para disfrutar el torneo a pleno. El título demuestra que, después de la medalla de plata en Sydney, supieron mantenerse entre los dos mejores equipos del mundo. Eso es más difícil que llegar hasta ese lugar. También refleja el trabajo que hacen en cada entrenamiento. Se esforzaron el doble para continuar creciendo como equipo.

Todo el torneo lo seguí desde Córdoba, menos los partidos contra Australia y España, porque viajé a Buenos Aires para hacerme un control en la rodilla que me operaron. Fui a la casa de Cecilia Rognoni, que me invitó para que no gastara en un hotel y hasta me dejó usarle la cama. Con la mamá gritamos y nos abrazamos el día que les ganaron la revancha a las australianas. Ceci seguro se debe haber comido las colaciones cordobesas que mandé de regalo.

Con las chicas me contacté un par de veces. Después del partido contra Nueva Zelanda estuve chateando un rato con Luciana Aymar y hablé por teléfono con Jorgelina Rimoldi el sábado. Las dos me contaron la ansiedad que se vivía en el grupo y prometieron que iban a dejar todo pese al cansancio. Cumplieron. Dentro de un año, en el Mundial de Perth, vamos a tratar de seguir por el mismo camino. Espero poder jugar.
Integrante de Las Leonas en Sydney, tuvo que operarse la rodilla derecha tras el segundo lugar del Mundial junior y faltó al Champions Trophy.

DIARIO CLARIN

 

HOCKEY SOBRE CESPED: ARGENTINA DERROTO 3-2 A HOLANDA Y SE ADJUDICO EL TROFEO DE CAMPEONES
Campeonas

Ante 7.500 holandeses, Las Leonas lograron el título más importante de su historia. Rognoni, Margalot y Masotta anotaron para las argentinas, instaladas ya entre las mejores del mundo.

Amsterdam, Holanda. AFP, DPA y Especial.

 
 

DE ORO. Las Leonas en lo más alto. Por primera vez subieron al podio en el Trofeo de Campeones, el más importante después del Mundial y los Juegos Olímpicos. (Foto: Especial para Clarín)




Y un día, Las Leonas conquistaron el mundo...Argentina ganó el título del Trofeo de Campeones, el torneo donde juegan los seis mejores equipos femeninos del hockey sobre césped, al vencer en la final a Holanda 3 a 2. El aplauso final de los 7.500 holandeses que llenaron el estadio Wagener para ver la consagración de su seleccionado, fue la mejor síntesis para explicar la excelente actuación de las chicas dirigidas por Sergio Vigil. Los goles del dramático partido fueron anotados por Cecilia Rognoni, Mercedes Margalot y Karina Masotta.

Argentina se alzó por primera vez con el título de este torneo que lleva 9 ediciones, tras cinco triunfos y una sola derrota, justamente frente a Holanda (1-2) en la fase previa. Las Leonas arrancaron con un triunfo ante China (2-0), luego llegó la caída ante el local y la recuperación. Derrotó sucesivamente al campeón olímpico Australia (2-1, en el primer triunfo oficial ante este equipo), a España (2-0) y a Nueva Zelanda (3-0) para llegar a la final.

Ante las holandesas, Argentina se puso 2 a 0 antes de los 15 minutos. En el segundo corner corto del equipo, Cecilia Rognoni remató a la derecha y abrió el marcador a los 13 tras una excelente pared con Aymar. Y un minuto más tarde, Mercedes Margalot terminó de enmudecer al estadio cuando puso el segundo, reaccionando rápido ante un error de Magdalena Aicega en la ejecución de otro corner corto y rematando a un metro del arco. Las locales no podían responder a tanta superioridad.

En el segundo tiempo, Argentina tuvo tres corners cortos en los cinco primeros minutos, pero no pudo ampliar la diferencia. Julie Deiters le dio alguna esperanza a Holanda a los 16 cuando marcó el descuento. Pero enseguida llegó la jugada del partido: una corrida fenomenal de Karina Masotta que guapeó, eludió a Deiters y remató arrojándose sobre Sinnige para poner el 3 a 1 a 12 minutos del final. Fue el único gol de Argentina en el torneo que no se originó en un corner corto.

Un quedo de la defensa argentina en el minuto siguiente posibilitó un nuevo descuento holandés, por intermedio de Ageeth Boomgaardt. Mariela Antoniska dejó entrar la pelota al arco porque creyó que el remate había sido desde afuera del círculo. Los últimos minutos fueron dramáticos, con Holanda jugándose el resto y Argentina bien plantada en defensa y hasta pudiendo aumentar de contra.

Así llegó al triunfo y al merecido título. Tanto, que el técnico holandés, Marc Lammers, aseguró: "Argentina jugó hoy (por ayer) el mejor partido del torneo. La gente nos ayudó, porque de otra manera el resultado hubiera sido 5-1. Argentina tuvo muchas oportunidades de marcar". Antes, Australia se había quedado con la medalla de bronce al superar a China 2-1 y con gol de oro y Nueva Zelanda le había ganado a España 2-1. El Trofeo de Campeones 2001 ya es historia. Y quedará registrado como la edición en que unas Leonas de celeste y blanco se adueñaron del mundo.

 

HOCKEY SOBRE CESPED: DELIRIO A PURA PIZZA Y CERVEZA HOLANDESA
Festejo interminable

Amsterdam, Holanda. Especial.

 
 

MISION CUMPLIDA. Las chicas argentinas festejan. Acaban de ganar la final. (Foto: Especial para Clarín)






Ese festejo en una de las carpas del estadio Wagener de Amstelveen, en las afueras de Amsterdam, interminable, marcó el broche perfecto para el gran objetivo del hockey argentino de 2001. Allí, en ese sector y con unos pocos privilegiados holandeses como testigos, las chicas corrieron las mesas, cantaron y bailaron más de dos horas después del gran triunfo ante el seleccionado local. El título del Champions Trophy ya estaba en sus manos y el "Dale Campeón" se escuchó, entonces, más justificado que nunca. "Este era el torneo más importante del año y era uno de los títulos que buscábamos hace tiempo". La frase de la arquera Mariela Antoniska sintetizó el sentimiento general. "La verdad, no nos queríamos ir más de ese lugar, daba para festejar varias horas más", agregó María de la Paz Hernández.

Con infaltable cerveza holandesa y pizzas varias, el festejo estuvo lejos de terminar en el estadio. Y por única vez, la cábala de volver al hotel respetando el lugar en cada uno los seis autos en que se movilizaban las jugadoras, no se cumplió. Lógico, el torneo ya era historia para seguir con esa costumbre que se fue haciendo inflexible con el transcurrir de los partidos. Y la celebración del título continuó en la noche de Amsterdam, donde las Leonas fueron invitadas de lujo en pubs y bares. El hockey es un deporte popular en Holanda y las chicas no pasaron inadvertidas. "A pesar de que les ganamos la final, muchos nos felicitaron por lo bien que jugamos", contó Hernández.

Jorgelina Rimoldi confesó una de las claves de las Leonas: "Teníamos plena confianza en lo que podíamos dar. Este es un equipo que cuando se propone jugar, pasa por arriba a cualquier rival. Se demostró en la final y en el partido contra Australia". Y Antoniska añadió: "Estamos felices porque en este torneo ganamos la medalla de oro que no se nos dio en los Juegos Olímpicos". La reflexión final, vía telefónica, correspondió a Hernández: "En los últimas tres ediciones del torneo vimos la final desde la tribuna. Ganar acá era algo que teníamos pendiente muchas de nosotras".

 

HOCKEY SOBRE CESPED: EL ENTRENADOR ARGENTINO Y TODO SU ORGULLO
Vigil: "Tuvimos alma y convicción"

 



Sergio Vigil, conductor de las Leonas, dejó sus impresiones en diálogo telefónico con Clarín:

· "Fue un torneo de un nivel excelente, jugamos contra los mejores equipos del mundo. Y con una lucha encarnizada entre tres equipos por el título: Argentina, Holanda y Australia".

· "Después de la derrota contra Holanda se vio todo el temple de este equipo. Y alcanzo un triunfo histórico contra Australia, justamente en el partido más importante del torneo. Creo que ese fue el punto de inflexión. Además enfrentamos con menos de 24 horas de descanso a España y el equipo se mostró sólido y contundente".

· "Fue nuestra segunda final en 11 meses en torneos de gran envergadura. No hay que olvidarse de que acá jugamos contra el local y favorito, que venía goleando en todos sus partidos. En la final demostramos lo que tiene este equipo y terminamos ganando por demolición".

· "Este triunfo significa que el equipo se consolidó en el primer plano mundial. Hace tres o cuatro años nos instalamos entre los mejores cuatro, con tres cuartos puestos: dos en este torneo y otro en el Mundial. Ahora estamos bien arriba".

· "El primer objetivo es siempre subir al podio. Porque si subimos al podio en cada torneo, a la larga vamos a ser los mejores".

· " No sé si somos el mejor equipo del mundo. Nosotros pensamos en ser el mejor en cada torneo que afrontamos. Y en el Champions Trophy fuimos los mejores".

· "Este equipo sorprendió por su preparación física. En ese sentido tuvimos un potencial impresionante. Y mejoramos la potencia y velocidad de cada una de las jugadoras. Fue el fruto de un trabajo largo y a conciencia. En el aspecto técnico-táctico progresamos muchísimo en los corners cortos".

· "Junto con la medalla de plata de Sydney, este es el logro más importante que alcancé como técnico. Y por eso hoy tenemos tanta satisfacción".

—¿Cómo definiría a este equipo con dos palabras?

—Alma y convicción.

 

 
SENSACIONES
Es un mérito compartido

KARINA MASOTTA

 

Jamás había podido disfrutar de un primer puesto en un torneo de tanta jerarquía y es una sensación increíble. Siempre había estado cuando salimos segundas, pero subir al escalón más alto del podio es otra cosa. Por eso, cuando salimos a jugar la final contra Holanda teníamos en claro que debíamos ganar sí o sí. No había otra alternativa. Para mí, que siempre creí en este grupo, este es un premio excelente. Y cuando hablo de grupo, no me refiero sólo a las jugadoras; también hablo del cuerpo técnico, médicos y todos aquellos que colaboraron para este logro. Es un mérito compartido.

Hay momentos en que una no encuentra las palabras precisas para expresar lo que siente. Pero creo que pasa fundamentalmente por un estado de felicidad muy intenso. Y el momento del gol también fue muy especial. Vi que las holandesas dejaban espacio en mi carrera, no me di cuenta de la defensora que tenía atrás y me dije: "Tengo que resolver esto". Por eso definí haciendo algo extraño y que nunca había hecho antes: me zambullí, cerré los ojos y le pegué a la bocha. Ni siquiera vi la dirección de la pelota. Y me di cuenta de que fue gol recién cuando lo marcó el árbitro. La verdad, no lo podía creer.

A pesar de la derrota en la primera fase, estábamos convencidas de que le podíamos ganar a Holanda. Y en la final hicimos las cosas que no pudimos concretar en el primer partido. Es decir, controlamos más la pelota y mantuvimos la tranquilidad. También hubo momentos en que nos superaron, pero defendimos muy bien y no perdimos el orden. Así ganamos con justicia.

Esa derrota en primera fase contra Holanda no nos desanimó. En ningún momento perdimos la confianza y eso fue fundamental. Además, enseguida vino el partido contra Australia y ese gran triunfo contra quienes nos habían ganado la final de los Juegos Olímpicos.

El objetivo para este año era ganar el Champions Trophy. Nos lo propusimos a comienzo de la temporada, trabajamos duro y cumplimos. Para dejar en claro que el hockey argentino está en lo más alto.

Sí, es cierto: hoy somos el mejor equipo del mundo.

Capitana de la Selección argentina.

 

Los elogios, para Aymar

 
LA MEJOR. Estalla Luciana Aymar, la gran figura del torneo. Es el final. (Foto: Especial para Clarín)



No sólo el título festejó Argentina. También tuvo el privilegio de contar con la mejor jugadora del torneo: la rosarina Luciana Aymar, elegida por periodistas especializados al finalizar el campeonato. Aymar juega en Universitario de Rosario y resultó clave en el primer tiempo de ayer.

Las Leonas regresarán al pais mañana a las 6.30 en un vuelo de British Airways, aunque cuatro jugadoras (Oneto, González Oliva, Rognoni y Margalot) se quedarán en Europa. El plantel tendrá tres semanas de descanso y volverá a los entrenamientos para los test matches de noviembre y diciembre en Argentina: serán 5 partidos frente a Alemania, 5 frente a España y se esperan confirmar otros 5 frente al mismo rival de ayer: Holanda.

 

DIARIO LA NACION

Hockey: en lo más alto del podio mundial
¡Histórico!: las Leonas conquistaron el Champions Trophy
Vencieron a Holanda por 3-2 y le dieron a la Argentina el primer título internacional; Rognoni, Margalot y Masotta, los goles
Vigil, abrazado por Margalot; Maiztegui (detrás de las flores), Russo, Gulla, Rognoni, Vukojicic, Rimoldi, Ferrari y Aicega; abajo: Aymar, Gambero, Masotta, Oneto y Stepnik
Foto: M. Salis
Masotta festeja su gol, el tercero, el del campeonato, aunque se guardó la sonrisa para el final; Aymar la felicita
Foto: M. Salis

Minuto 67. Holanda presiona y la Argentina se defiende con uñas y dientes. Cecilia Rognoni intercepta la bocha en el área y sale despedida hacia adelante. La defensora nacional avanza y avanza... Cruza la mitad de la cancha, disputa la posesión con una oponente y triunfa. Avanza y avanza... Llega al borde del semicírculo contrario y saca un tiro bajo que merece convertirse en el cuarto gol, pero el pie izquierdo de la arquera se interpone y frustra la conquista, mientras Rognoni y su acalambrada pierna derecha se lamentan.

Ese temple imperó en el espíritu de las Leonas , que, por primera vez en la historia, ganaron el 9° Champions Trophy al superar ayer a Holanda por 3-2, en Amstelveen, ante 7500 holandeses que terminaron reconociendo el gran éxito que puso al hockey argentino en la cima mundial. Nada menos.

Las campeonas llegarán mañana a nuestro país, a las 6.30, por British.

Vertiginoso ritmo impuso en los primeros tramos del encuentro la selección, apoyado en la solidez de Rognoni, la versatilidad de Aymar y la sincronización colectiva, a partir de una abrumadora posesión.

A los 9 minutos se generó el primero de los tres córners cortos en favor de las subcampeonas olímpicas. A los 13, el segundo, que desembocó en la primera y lujosa conquista albiceleste: Rognoni amagó lanzar y buscó a Aymar, que le devolvió la gentileza para que la central protagonizara el primer festejo. Y sólo 60 segundos más tarde, el tercer corto, a través del cual se colocaron 2 a 0: esta vez engañó Aymar, que abrió hacia la izquierda para Rognoni; su disparo rebotó en el palo de una adversaria y dejó en inmejorable posición para marcar a la atenta Margalot . Cinco minutos notables de las argentinas y fatídicos para las dueñas de casa.

Sin embargo, el dominio de las Leonas mermó y la guardavalla Antoniska debió intervenir por primera ocasión y con el pie (sucedió recién a los 18 minutos). Parece desinflarse la energía felina. Surgieron los errores no forzados, pero las holandesas no tuvieron imaginación para crear situaciones peligrosas y la intensidad rítmica se diluyó.

Los mayores sustos para el seleccionado se generaron en el ocaso del primer período. Antoniska volvió a despejar con sus pads un riesgoso ataque anaranjado, tras una acción producida luego de la tarjeta verde recibida por Gulla, y, a los 31 minutos, llegó la hora para los tres cortos consecutivos de Holanda. Todos bien resueltos por las Leonas, que realizaron un veloz contraataque sin poder terminar en la red.

Así, con La Naranja Mecánica ansiosa y la Argentina mesurada, se inició el emocionante complemento. Las palpitaciones aumentaron primero con el descuento holandés en el quinto corto local y luego con la brillante jugada de Masotta : pase por derecha de Hernández mediante, la capitana arrancó detrás de la mitad de la cancha, una oponente le robó la bocha antes de ingresar en el área, pero la recuperó tirándose al piso, desde donde anotó el único tanto del torneo que no nació de un corto.

El gol inmediato de Boomgardt no hizo más que fortalecer anímicamente a las deportistas de nuestro país. Se necesita de Gambero para recuperar la pelota en la línea media y ella llegó a cumplir con su voluntariosa tarea, mientras Sergio Vigil, al borde del campo, ya está listo para salir disparado a abrazar a sus obedientes pupilas.

La chicharra final encontró a Aymar cuidando de la bocha, protegiendo el valioso prestigio que la Argentina acababa de consolidar en Amstelveen. Allí donde las Leonas sonríen como las nuevas monarcas del hockey mundial. Sin discusión .

 

Opinión
Somos las mejores del mundo
Por Soledad García (*)

Vi el partido final en mi provincia, Córdoba, acostada en la cama, por la hora, junto a mi mamá y mis hermanas. Estaba cómoda y además muy tranquila, sabiendo que las chicas dejarían todo en cada jugada contra las holandesas.

¿Cuándo me sentí más nerviosa en la definición? Durante los últimos minutos. Nosotras perdimos el control de la pelota y ellas nos presionaban con tiros desde afuera. Sin embargo, en ningún momento tuve la sensación de que Holanda pudiera contar con posibilidades de convertir y revertir el resultado porque estábamos muy firmes en la zona defensiva.

Desde acá, ahora me imagino a las chicas bailando en Amstelveen, felices, chochas de la vida. Es que se consiguió el objetivo que nos habíamos propuesto antes del torneo, después de muchas idas y venidas; cuestiones personales que cada una debió superar para poder dar lo máximo en los entrenamientos... sacrificios, esfuerzos. Por TV, yo sabía por qué, tras la victoria, una lloraba desconsoladamente u otra sonreía, porque son reacciones que son el producto de difíciles situaciones por las que atravesamos.

Tanto deseábamos este título que muchas terminaron lesionadas, contracturadas, a raíz de la gran exigencia que implica disputar un certamen de este tipo, que resultó muy duro y complicado en todas las etapas. Nos costó, pero por fin llegamos. Y para el espíritu del grupo, este primer puesto en una competencia tan trascendente como el Champions Trophy es un estímulo vital, que nos permite seguir confiando en nuestra filosofía de trabajo. La dedicación genera, casi siempre, excelentes resultados.

Si pudiera hablar con ellas por teléfono les gritaría que la actuación que tuvieron fue increíble, inolvidable. A miles de kilómetros de distancia de todas y a través de las imágenes de la televisión, me di cuenta realmente de que somos Leonas. La gente nos sigue porque transmitimos un coraje excepcional y una pasión enorme por este deporte que amamos con toda el alma.

“Después de esto, ya no existen dudas: somos las mejores del mundo.”

(*) Jugadora; no pudo viajar a Holanda con el equipo nacional porque fue operada de la rodilla derecha

 

En lo más alto del podio mundial
“La Argentina debe mandar en los próximos diez años”
El DT, Sergio Vigil, demostró su confianza; De la Rúa llamó para felicitar al plantel
Vigil, a la derecha, participó activamente de las prácticas en Holanda; aquí observa de cerca a María de la Paz Hernández
Foto: M. Salis

“La Argentina debe mandar en el hockey sobre césped en los próximos diez años. Tenemos que seguir trabajando, pero si mantenemos nuestra esencia, es decir, entrenamiento, humildad y convicción, lo tenemos que lograr”, afirmó desde Holanda el director técnico del equipo nacional, Sergio Vigil, en una comunicación telefónica con La Nacion.

“En la final las chicas jugaron muy bien –señaló el ex volante de Ciudad de Buenos Aires–. No se las notó cansadas. Es que los equipos diferentes sacan fuerzas en los momentos más importantes. Mandamos desde el primer minuto. En el torneo fuimos de menor a mayor. Sabíamos que teníamos que jugar tres finales: contra China se ganó bien; ante Holanda perdimos jugando mal en el primer tiempo y bien en el segundo, y frente a Australia se marcó un punto de inflexión: influyó el hecho de que nunca le habíamos ganado en un torneo oficial y además jugamos muy bien, sobre todo en el segundo tiempo. España y Nueva Zelanda fueron partidos que había que ganar.”

El hockey sobre césped femenino es un deporte acostumbrado al predominio de un conjunto. La década del 80 fue de Holanda; la de los los 90, de Australia, y ahora parece comenzar la etapa de la Argentina, un equipo que supo encontrar el equilibrio entre la experiencia y la juventud. Hay Leonas para rato. Cuando las históricas pasen a ser espectadoras, habrá un semillero de gran nivel esperando por ocupar el lugar de las más experimentadas. El seleccionado cuenta con todos los elementos necesarios para seguir en los primeros planos.

“Además –comentó Vigil–, nuestro seleccionado ya está posicionado entre los mejores del mundo. Lo importante es mantenerse en el podio. Sabemos que hay equipos como Holanda y Australia que también están en la vanguardia. Más atrás aparecen China, Corea y Alemania, que mejoran día a día.”

Sergio Vigil asumió la conducción de las Leonas en diciembre de 1996, tras el fracaso que significó el 7° puesto conseguido en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Y alcanzó su pico máximo como DT con el título de ayer, obtenido a menos de un año de la medalla plateada en Sydney 2000.

Es un hombre carismático y obsesivo por su trabajo. Le gusta la filosofía y comparte su pasión por el hockey con su carrera de actor. A los 37 años, disfruta del primer trofeo mundial, sin olvidarse de la forma como se lo logró.

“Me dijeron muchas veces que éramos los candidatos; pero lo que más me gustó es cuando el público holandés nos felicitaba por el juego. Nos definían como un equipo excitante y eso me ponía muy contento”, añadió Vigil, que se sorprendió con la llamada telefónica que el preparador físico, Luis Barrionuevo, recibió de parte del presidente Fernando de la Rúa para felicitar a la delegación, cuando las campeonas ya se habían ido del hotel Tulip Inn para el festejo.

Las Leonas consiguieron en la cancha acceder a la gloria, pero Cachito –su apodo– las guió en el camino. Su contrato finaliza con los Juegos de Atenas 2004. Si Vigil se mantiene en el cargo, habrá cumplido ocho años al frente de un grupo inolvidable. De sus almitas, como cariñosamente las llama.

 

En lo más alto del podio mundial
"Sabíamos que íbamos a ganar"
La convicción de Mercedes Margalot

Cuando finalizó el partido y la Argentina ya se había adjudicado el torneo. Comenzó el festejo. Primero fue el turno de la entrega de premios y de condimentar la alegría con un poco de baile y cerveza en una carpa que estaba al costado de la cancha. Al llegar a hotel, los integrantes del equipo hicieron algunas reflexiones, en diálogo telefónico con LA NACION.

Mercedes Margalot: "Nos debíamos una medalla de oro. Internamente, todas sabíamos que íbamos a ganar. Jugamos muy bien. Sólo nos descuidamos un poco durante 15 o 20 minutos del segundo tiempo, pero ahí llegó el gol de Karina (Masotta) y la cosa cambió. Tuvimos algunos errores y así vinieron los goles de ellas. Igual, salió un lindo partido. Como me quedo a jugar en Holanda, ya no vuelvo a la Argentina. Mañana me tengo que presentar en el Oranje Zwart, mi nuevo equipo, para conocer a mis compañeras".

Alejandra Gulla: "El título lo teníamos merecido después de tanto esfuerzo. Creo que recién en Buenos Aires vamos a caer en lo que logramos. Ahora sólo queremos festejar".

Ayelén Stepnik: "Nos vamos a Amsterdam a festejar a un boliche. Estamos muy contentas. Mañana (por hoy) a la noche ya salimos para Buenos Aires".

Sergio Vigil: "Tuvimos que luchar contra la tecnología. El técnico holandés, Marc Lammers, usa unos anteojos especiales que le permiten analizar y visualizar más profundamente los movimientos de la defensa rival en los córners cortos. Nosotros lo contrarrestamos con variantes tácticas. Hay que moverse pensando en cómo burlar lo que marca la máquina. Es un trabajo duro, pero lo conseguimos".

 

Aymar, la mejor del certamen
En lo más alto del podio mundial

El seleccionado nacional de hockey regresará a nuestro país con la histórica medalla dorada del prestigioso Champions Trophy; también, con el codiciado premio a la mejor jugadora, obtenido por Luciana Aymar , la talentosa volante del Jockey Club de Rosario, de 24 años.

Desde 1997, Aymar está emparentada con la camiseta nacional. Así fue su derrotero: Panamericano Junior de 1997 (Chile, 1a); Mundial Junior de 1997 (Corea, 3a); Mundial de 1998 (Holanda, 4a); el Champions Trophy (Australia, 4a); los Juegos Panamericanos de Winnipeg de 1999 (Canadá, 1a; fue su primer título con el seleccionado mayor); el Champions Trophy (Holanda, 4a) y los Juegos Olímpicos de Sydney (Australia, 2a) de 2000.

Otras distinciones. La china Yali Nie fue elegida mejor arquera; el premio Fair Play terminó en manos de Australia y la distinción a la jugadora más promisoria de la competencia fue para la holandesa Kirsten de Groot, de 22 años.

 

En lo más alto del podio mundial
El largo y difícil camino que las condujo al éxito
Por Gabriela Padín Losada
De la Redacción de LA NACION
1993: se forma la base de las Leonas; el seleccionado junior, dirigido por Rodolfo Mendoza, se adjudicó el Mundial en Terrassa, España; allí surgieron Gambero (foto), Aicega, Oneto, Ferrari y Stepnik
Foto: Archivo
2001: en Holanda se gana el primer título internacional; el hockey argentino llega a la cima y así lo vivieron, ayer, Oneto, Margalot, Aicega y González Oliva
Foto: M. Salis

Transcurría 1990 y las chicas del seleccionado argentino se reunían en la cancha de Obras Sanitarias, la única de césped sintético del momento. Había terminado el último entrenamiento y el equipo estaba a punto de viajar para participar en la Copa del Mundo de Sydney. El tema de conversación era la falta de competencia internacional, y hasta se prestaban polleras para poder juntar el uniforme.

 

Un poco más de una década después, las chicas festejaron, ayer en Holanda, su primer título mundial, cimentado por un crecimiento deportivo muy importante y una estructura semiprofesional que avala su desempeño.

El hockey sobre césped tuvo un desarrollo asombroso. En 1993 el seleccionado junior sorprendió al conseguir el campeonato del mundo en Terrassa, España. Un año después, casi con la misma base, el seleccionado mayor obtuvo el subcampeonato mundial en Dublín y todos comenzaron a tomar en serio a este equipo, a una camada de grandes jugadoras. Karina Masotta, la estrella de ese conjunto, que además fue elegida la mejor del torneo, fue blanco de las charlas técnicas de los rivales.

La Argentina, todavía sin una gran estructura, jugaba con un esquema simple y por momentos demasiado defensivo. Pero el error de ese equipo fue pensar que esto podía durar. Le faltó la madurez para renovarse y llegaron los fracasos en el nivel internacional.

Un año después del subcampeonato mundial, la Argentina era goleada, de local, en el Champions Trophy de Mar del Plata y finalizaba en la última colocación. El estigma se repitió en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96.

Sin embargo, los grandes aprenden de los errores. En diciembre de 1996 Sergio Vigil reemplazó a Rodolfo Mendoza en la conducción técnica del equipo y comenzó a cosechar lo sembrado.

La Argentina tenía que demostrar que aquello no había sido casualidad. Se entrenaron durante todo 1997, aunque el primer compromiso internacional relevante era la Copa del Mundo del año siguiente. El tercer puesto obtenido por el junior, en Corea 97, marcó una tendencia. Pero el cuarto puesto de la Argentina en Utrecht 98 la consolidó.

La medalla plateda de Sydney 2000 fue otra bisagra en este proceso. Con ella llegaron el reconocimiento popular y, en algunos casos, económico. Hoy, las Leonas alcanzaron por primera vez el lugar más alto del podio. Se lo merecían.