El hockey sobre césped de la Argentina
sigue cosechando lauros. Y ya casi no sorprende. A los últimos
éxitos de las Leonas, ahora se suma el reconocimiento de la
Federación Internacional de Hockey (FIH) para Luciana
Aymar. La rosarina, de 24 años, fue coronada ayer como la
mejor jugadora de 2001.
"Estoy más que contenta". La
escueta frase de Luciana en la apertura del diálogo telefónico
con LA NACION desde el hotel Sheraton, de Kuala Lumpur, era
una síntesis de lo que sentía la volante del Jockey Club
de Rosario. "Ya estaba conforme con la nominación.
Cuando me avisaron de la FIH que tenía que viajar, me
pidieron que lo mantuviera en secreto. Y aunque sabía que
era casi seguro que ganaba el premio, porque sino no me
hubiesen hecho venir, hasta que no me lo entregaron estaba
con los nervios de punta", expresó Lucha .
La distinción, instituida por FIH en
1999 para galardonar a la N° 1 en damas, caballeros y
juveniles, tiene una historia breve pero rica, puesto que
consagró a jugadores del nivel de la australiana Alyson
Annan por sus actuaciones en 1998 y 2000, o del holandés
Stephen Veen, también en las dos ocasiones.
Aymar llegó a Malasia acompañada por la
argentina Rosa de Massa, miembro del Comité Ejecutivo de la
FIH. "Mi familia y mis amigos se quedaron en
Rosario", agregó la figura del seleccionado de nuestro
país.
El premio consiste en una estatuilla con
la imagen de una jugadora de hockey. "No es muy grande,
pero sí muy lindo. Creo que lo voy a poner en mi cuarto
junto con todas las medallas y trofeos conseguidos",
expresó Aymar.
Seguramente esa vitrina en la casa del
barrio Fisherton ya debe estar casi llena, aunque su
trayectoria en el conjunto nacional sea corta (debutó en
1998). Ya logró méritos más que relevantes. Entre los más
destacados están la medalla de bronce de la Copa del Mundo
Junior, en 1997; el título en los Panamericanos de Winnipeg
1999, y la medalla plateada en Sydney 2000. Sus logros en el
2001 fueron los que la promovieron para este flamante
reconocimiento: la consagración en el Champions Trophy, de
Holanda, certamen en el que, además, le dieron el premio a
la mejor jugadora.
"Los chicos argentinos estuvieron
divinos. Eran una banda , cantaban, me gritaban. Fue
muy lindo", comentó la volante de las Leonas en
referencia al aliento y la presencia de los integrantes del
seleccionado masculino de nuestro país que disputa el
Mundial.
Lucha es una chica que privilegia
sus afectos, su amor por la camiseta nacional y la del
Jockey rosarino. Jugó en el Colonia de Alemania durante
tres meses en 1998 (ganó la Copa de Europa), pero decidió
volver. No le faltan ofertas para emigrar, pero se quiere
quedar en la Argentina, aunque tenga que luchar con el
irregular cobro de las becas de la Secretaría de Deporte.
En lo personal, elige mantener un perfil bajo sustentado en
su humildad. Es una Leona que prefiere rugir en la cancha y
lo hace muy bien.
En cada torneo oficial, los entrenadores
de todos los seleccionados eligen el mejor jugador de la
competencia - con excepción de los de sus equipos-. Los
cinco que obtienen la mayor cantidad de sufragios, son los
que integran la lista de nominados. En este caso, junto con
Aymar estuvo entre las elegidas su compañera Cecilia
Rognoni, Nikki Hudson (Australia), Sashimi Iwao (Japón)
Tetyana Kobzenko (Ucrania) y Marina Tchegourdaeva (Rusia).
Entre los varones, los candidatos eran los argentinos Jorge
Lombi y Mario Almada, aunque finalmente fue premiado el
capitán alemán Florian Kunz. Luego de esta etapa, un grupo
de periodistas, designados por la FIH, decidió el ganador
entre los nominados.
El premio fue anunciado en una reunión
para la prensa en el restaurante Hard Rock Cafe de la
capital malaya, y luego ratificado en una cena de agasajo
ante las delegaciones presentes en la 10a Copa del Mundo de
caballeros. Allí, el nombre de Luciana Aymar y el del
hockey argentino brilló como nunca.